Las madres y los padres adoptivos y acogedores nos enfrentamos a una cantidad extra de retos para conciliar la crianza de un hijo o hija que ha vivido la experiencia del abandono, y nuestro propio autocuidado. Siempre nos dejamos para el final, ya sea porque nos autoexigimos demasiado, o porque es lo que espera la sociedad, la verdad es que rara vez nos dedicamos tiempo para cuidarnos.