FECHAS PREVISTAS

26/04/2024-27/05/2024

FORMATO

El curso se imparte a través de aula virtual y tiene programada una sesión presencial el 26 de abril, de 16:00-20:00 horas, en Granada.

DURACIÓN
24 horas lectivas

ORGANIZA
Escuela de Familias Adoptivas, Acogedoras y Colaboradoras. Observatorio de la infancia y Adolescencia de Andalucía.

DOCENTE
Charo Blanco Guerrero, psicóloga y terapeuta infantil. Especializada en traumaterapia infanto-juvenil sistémica

COORDINACIÓN DOCENTE
Fina Marín Vega

SECRETARIA DE DOCENCIA
Virginia Mellado Aliaño
virginia.mellado@juntadeandalucia.es

El siguiente curso está destinado a familias del sistema de protección, adoptivas, acogedoras y/o colaboradoras. Se trata de arrojar luz y de explicarles de forma útil y sencilla a qué se deben muchas de las situaciones que se dan en la convivencia diaria con estos niños, niñas y adolescentes. Para que puedan entender mejor que ha ocurrido en la mente de estos niños y las secuelas de lo que ocurrió y cómo lo manifiestan a través de su conducta en el presente. Los bebés necesitan que sus necesidades sean satisfechas en un contexto amoroso para calmarse de la excitación provocada por sus estados de necesidad, proteger la integridad de la estructura cerebral y estimular la creación de las diferentes áreas del cerebro responsables del funcionamiento de la mente. Las atenciones y los contactos físicos que los bebés reciben de los adultos son imprescindibles para el desarrollo del cerebro. Los niños y las niñas tienen necesidades de sentir caricias, de ser tocados, de estar en brazos de sus padres, no únicamente para satisfacer una necesidad psicológica fundamental, el apego, sino también, para permitir la finalización de la maduración del cerebro (Rygaard N., 2008).

Por eso la negligencia afectiva es una de las peores formas de maltrato a los niños y las niñas (Barudy J., 1997). La capacidad reflexiva y empática de la figura de apego le permite descodificar el mensaje de necesidad implícito en el llanto y hacer lo necesario para satisfacer la necesidad del bebe. Esto le permite a la cría humana no solamente que sus necesidades sean satisfechas sino acceder a la vivencia de sentirse sentido por la persona que le cuida, de esta manera se calma, se relaja, interiorizando la sensación placentera que será la base de su memoria implícita de bienestar, seguridad y confianza en el entorno interpersonal, que a su vez será la base del autocontrol y el manejo de la frustración. Esta vivencia resultado de este ciclo necesidad, excitación, llanto, respuesta de la figura de apego, satisfacción de la necesidad, relajación, estado de bienestar, cuando se repite en el tiempo, crea las condiciones para el desarrollo del apego seguro.