Con la incorporación de las TIC, la violencia no se ha eliminado sino que se reproduce y manifiesta, aparte de en el cara a cara, a través de los espacios virtuales. La base que origina tanto la violencia on-line como off-line es la misma, la cultura patriarcal, por lo que es necesario analizar el uso que, sobre todo los/as jóvenes, hacen de las nuevas tecnologías para poder así intervenir y prevenir la violencia.