Desde la perspectiva del abandono, de sus secuelas y del largo proceso de reparación que la adopción supone el niño adoptado y la niña adoptada es un alumno o alumna diferente, que tiene unas necesidades especiales que la mayor parte de sus compañeros/as no tienen (como es la de reparar su abandono y asumir una condición adoptiva no deseada e incómoda.