Las funciones ejecutivas, por Charo Blanco

Las funciones ejecutivas (FE) son un conjunto de habilidades cognitivas que permiten el establecimiento del pensamiento estructurado, planificar y ejecutar en función de objetivos planteados, anticipar y establecer metas, el seguimiento rutinario de horarios a través del diseño de planes y programas que orienten el inicio, desarrollo y cierre de actividades académicas, el desarrollo del pensamiento abstracto y operaciones mentales, la autorregulación de las tareas y su organización en el tiempo y en el espacio. Estas tareas se corresponden con un desarrollo óptimo de los lóbulos prefrontales.

Estas funciones comienzan a desarrollarse en el primer año de vida y continúan desarrollándose hasta la adolescencia. El periodo de mayor desarrollo de la función ejecutiva ocurre entre los seis y los ocho años, aunque el desarrollo completo de esta función se consigue alrededor de los 16 años.

Las funciones ejecutivas permiten guiar nuestras acciones más por las instrucciones que nos damos a nosotros mismos que por las influencias externas (autorregulación). A todas estas funciones se les puede llamar “director de orquesta” del cerebro.

En los niños y las niñas víctimas de malos tratos, procesos traumáticos o institucionalizaciones prolongadas, la ausencia o deficiencia en la función ejecutiva se observa con bastante frecuencia, siendo ésta la causa principal de problemas de aprendizaje (bajo rendimiento escolar) y también de las dificultades que presentan en la interacción social con otros niños, así como en la convivencia familiar.

Los principales indicadores de dificultad en la función ejecutiva son los siguientes:

  • Falta de inhibición en el inicio de la acción, el niño o niña es incapaz de posponer una acción aunque se le pida.
  • Imposibilidad de postergar el logro del placer, lo que quiere lo quiere ya y seguirá insistiendo hasta conseguirlo.
  • Mantener la atención y la motivación.
  • Tener una clara noción del tiempo para hacer una tarea.
  • Hacer planes o trazarse metas.
  • Organizarse para hacer una actividad o un deber escolar.
  • Acordarse de fechas de exámenes, tareas u otras obligaciones.
  • Priorizar por objetivos sin quedarse ocupado en algo banal o superficial.
  • Tener un pensamiento flexible para solucionar problemas.
  • Autorregularse y auto-monitorearse en relación al rendimiento o productividad escolar (planificar, realizar).
  • Terminar lo que empieza.
  • Desarrollar una tarea en el tiempo asignado.
  • Modular sus emociones y frustraciones cuando algo no le sale bien.
Déficit en la función ejecutiva

Para que un niño o niña sea capaz de desarrollar estas funciones debería ser capaz de:

  • Desarrollar un lenguaje interno
  • Prestar atención un tiempo prolongado y acorde a su edad
  • Memorizar
  • Autorregularse emocionalmente y estar motivado( identificar sus propias emociones y manifestarlas)

Lo más característico en el déficit en la Función Ejecutiva son:

  • Las conductas impulsivas
  • La falta de control en la acción
  • Las dificultades para aceptar y cumplir normas y límites.
Charo Blanco Guerrero es psicóloga y psicoterapeuta infantil, especializada en adopción y acogimiento familiar.

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