Los rápidos avances de las ciencias proporcionan ahora pruebas convincentes de que los fundamentos de la salud a lo largo de la vida se construyen en una fase temprana, y cada vez hay más pruebas de la importancia del periodo prenatal y de los primeros años después del nacimiento.

Está muy extendido el mito de que los bebés son como esponjas y no recuerdan las experiencias negativas previas a su adopción. En su nuevo libro titulado «Psicología del bebé adoptado», Montse Lapastora nos ayuda a comprender cómo las consecuencias del abandono y de la adversidad se ven reflejadas en la vida del bebé, cómo repercuten en su desarrollo. Todas las situaciones adversas que pueda haber vivido la madre biológica (estrés, consumo de alcohol, drogas, malos tratos…) durante la gestación afecta al desarrollo neurológico del bebé.

Los niños y las niñas que han sido abusados o descuidados tienen necesidades adicionales, relacionados con sus antecedentes, con su historia previa y con su desarrollo tras la llegada a la familia adoptiva. El conocimiento de estos problemas puede ayudarnos a las familias a comprenderlos mejor y a prepararnos para ayudar a nuestro hijo o hija adoptivo a superar traumas y pérdidas del pasado.