Esta guía aborda el importante tema de la preservación de vínculos entre hermanos/as antes, durante y después del proceso de adopción y busca ofrecer un marco práctico fundamentado en evidencia y proporcionar orientaciones generales para apoyar a las familias adoptivas en estos procesos claves.
El sentimiento de hermandad no se restringe únicamente a las conexiones biológicas. Cada niño, niña o adolescente experimentará este tipo de relación de manera única, influenciada por factores como su edad, características personales, vivencias, su cultura y, en algunos casos, su paso por el sistema de cuidados alternativos. Por ejemplo, cuando han pasado tiempo en una residencia o con una familia de acogida, los lazos que se construyen con otros niños, niñas o adolescentes pueden adquirir una importancia especial, por lo que deben ser respetados y valorados.En el contexto de la adopción, mantener a lo largo del tiempo la relación entre hermanos/as que sean
considerados significativos por cada niño, niña o adolescente puede proporcionar un sentido de mayor estabilidad, conexión y continuidad en sus trayectorias vitales y su identidad personal y familiar (por ejemplo, quien nació antes puede tener recuerdos más conscientes de las experiencias con su familia de origen). A veces, este vínculo es tan fuerte que algunos niños, niñas o adolescentes que desean intensamente ser adoptados pueden rechazar esta posibilidad ante el dilema de separarse de alguno o varios de sus hermanos/as. Asimismo, estudios recientes muestran que muchas personas adultas adoptadas están interesadas en conocer o reencontrarse con hermanos/as que dejaron de ver en su infancia.
Autoría: Salvo Agoglia, Irene
Edita: Esta guía ha sido elaborada en el marco del proyecto “AdoptARTE: Fortaleciendo una perspectiva niño-céntrica en la investigación, políticas y prácticas adoptivas” financiado por el programa de investigación e innovación Horizon Europe de la Comisión Europea.
Año de edición: 2024