En este videochat acerca del trabajo de historia de vida con niños, niñas y adolescentes adoptados y acogidos, Jesús Jiménez Morago nos dejada un mensaje final de esperanza y nos anima a que sigamos utilizando este instrumento, ya que a pesar de los miedos y dificultades que nos vamos encontrando, «al final recogeremos sus frutos». Ha insistido también en que «no hay que tener prisas, pero tampoco tiene que haber pausas en la elaboración del libro de vida». No es un fin en sí mismo, sino un instrumento que facilita la comunicación acerca de los orígenes con nuestros hijos e hijas. Y ha subrayado que nos corresponde hacer esta tarea a las familia y no podemos delegar, en profesionales del servicio de acogimiento o adopción. Debemos acompañarlos, crear las condiciones y ajustar este proceso a lo que cada niña o niño necesita en cada momento. Nuestra labor no solo se centra en recopilar datos, hechos concretos que aportar a sus preguntas, sino que lo más importante son los sentimientos, que ellos y ellas vean que estamos a su lado, y previamente hayamos elaborado nuestros propios miedos para hablar de la familia biológica.