Este artículo discute el papel de la neuroeducación en los procesos de enseñanza-aprendizaje desde una perspectiva humanística. A pesar de haber captado la atención de la comunidad científica y educativa, con la creciente complejidad en el diseño y la metodología educativa, algunos docentes pueden experimentar una suerte de “neurofobia”. Aunque se reconoce que, debido a varios cambios axiales a lo largo de la historia, la educación está en constante cambio, estos cambios han sido impulsados por convergencias en la ciencia, la tecnología, entre otros aspectos. Sin embargo, con dicha complejidad, se aboga por la necesidad de equilibrar la innovación con la consideración de los “elementos esenciales de la educación”.