A mi madre biológica el día de mi cumpleaños

Por Vandita García Garrido

Soy una persona que siempre ha disfrutado con su cumpleaños y no lo han relacionado con su adopción, pero este año te tengo en mente especialmente, digo especialmente, porque de una forma u otra siempre estás presente, quizás porque mis sensaciones corporales y mi cabeza me dicen cosillas y teorizo. No me molestas ni me incomodas, al contrario que lo que la sociedad piensa, ya que a veces siento que a las personas adoptadas nos presionan para estar enfadada con nuestra madre biológica.

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Preparar la transición a la adopción

Para facilitar al niño o la niña la transición a la adoptición después de haber permanecido en un centro o venir de una familia acogedora se debe trabajar en las sesiones con los niños y niñas los siguientes aspectos:

  • Favorecer la expresión de las ideas, expectativas y temores acerca de su vida en el futuro.
  • Tratar los sentimientos y pensamientos del niño o laniña sobre su posible adopción. Es importante ayudar al niño o la niña a comprender, de acuerdo a su edad y su capacidad, el significado de la adopción y las consecuencias que tendrá en su vida.
  • Abordar con naturalidad el camino recorrido hasta llegar al momento de la adopción trabajando la autoestima del niño o la niña.
  • Proceso de vinculación con la familia adoptiva, y en particular, desvinculación de la persona encargada del trabajo de historia de vida.
  • Favorecer la expresión de ideas y sentimientos del niño o niña hacia su familia de origen (fantasías, temores, culpabilidad,…).

Preparar la transición a un acogimiento residencial

Para preparar al niño o la niña para un acogimiento residencial después de haber permanecido en un centro o venir de una familia acogedora, se suele llevar a cabo un proceso de acoplamiento cuya duración y características puede cambiar en función de su edad, la ubicación del centro y sus características. Los aspectos principales a trabajar con el niño o la niña son:

  • Sus ideas, expectativas y temores acerca de su vida en el futuro.
  • Identificar juntos las ventajas e inconvenientes de vivir en un centro de acogida.
  • Tratar las ideas que tienen los niños y las niñas sobre los centros. Mostrar fotos del centro, programa de actividades, el saludo de sus compañeros y del personal.
  • Vinculación con la familia acogedora o el personal del centro de procedencia, y en particular, la desvinculación de la persona encargada del trabajo de historia de vida.
  • Proceso de vinculación con el nuevo personal y los nuevos compañeros y compañeras del centro.

Preparar el retorno con la familia biológica

La preparación del niño o la niña dependerá de su edad y de su nivel de comprensión, pero en líneas generales es necesario tener en cuenta las siguientes cuestiones:

  • Tratar los sentimientos y pensamientos del niño o de la niña sobre su vuelta a casa. Es importante que durante todo el proceso de acogimiento se trabajen las emociones del niño o la niña hacia su familia biológica (fantasías, temores, culpabilidad,…), y muy especialmente después de visitas y contactos.
  • Dejar expresar y profundizar en los deseos del niño o niña de volver con su familia.
  • Tratar con el niño o la niña acerca de sus vínculos y del proceso de desvinculación de la familia acogedora, educadores/as, compañeros (en función del tipo de acogimiento de partida) y, en particular, de la persona encargada del trabajo de historia de vida.
  • Tratar las expectativas del niño o niña sobre su futuro con su propia familia.

Hablar sobre el plan de intervención

Siempre de acuerdo con las previsiones del plan de intervención, el grado de colaboración de su familia y las características del niño o niña, no sólo habrá que tratar con él o ella acerca de las razones de su separación, sino también sobre el trayecto previsto que puede seguir en el sistema de protección. En función de cada caso, el trabajo de historia de vida tratará con él o con ella de las expectativas, temores y deseos de volver a casa, de ir a vivir con una familia acogedora (temporal o permanentemente) o adoptiva o de permanecer en acogimiento residencial de forma permanente.

En esta cuestión, el trabajo de historia de vida ayuda al niño o niña a conocer el rumbo que va a tomar su vida futura y a afrontar las transiciones hacia acogimientos familiares o residenciales. Una de las principales técnicas que sirve para trabajar este aspecto es el camino de vida. Pero, además, hay que recordar que los niños y la niñas podrán llevarse consigo su libro de vida, su caja de los recuerdos y todos aquellos objetos y recuerdos que han ido atesorando durante su estancia en el acogimiento.

Algunas cuestiones que deben conocer los niños y las niñas en acogimiento sobre su nueva medida:

  • Información sobre el tipo de medida y su funcionamiento, así como los objetivos del plan de intervención.
  • Informar al niño o niña de la duración prevista del acogimiento actual y de la fecha del posible retorno familiar o el paso a la nueva medida.
  • Cómo se va a realizar el paso a la nueva medida y cuál va a ser el momento concreto para hacerlo. Si será un proceso gradual o si se tendrán en cuenta sus opiniones y preferencias.
  • Informar al niño o la niña sobre el cambio de colegio y sobre las características del posible centro escolar.
  • Recordar al niño o a la niña el papel de los diferentes profesionales en el proceso de acogimiento (educadores/as, psicólogos/as, trabajadores/as sociales, etc.).
  • Informar sobre las características del centro o de la familia donde va a ir.

Es preciso mantener a niños y niñas informados sobre su trayectoria futura a lo largo de todo el proceso de acogimiento e incorporar desde el inicio del trabajo de historia de vida sus expectativas, deseos y sentimientos acerca del rumbo que puede tomar su vida. En este aspecto, el papel del/la profesional o familia acogedora es muy importante ya que deberá abordar este tema con claridad, honestidad y prudencia sin generar expectativas que posteriormente no se puedan ver cumplidas.

A veces, los propios profesionales o la familia acogedora no pueden aclarar o responder a las preguntas de los niños y las niñas porque ellos mismos no saben en ese momento cuál va a ser la medida finalmente adoptada. En ese caso, lo mejor es decirle al niño o a la niña que no sabemos qué va a pasar y explicarles la complejidad de los elementos y cuestiones implicadas en la toma de decisiones.
Deben saber que el profesional o el acogedor/a les van a informar en cuanto se sepa cuál va a ser la medida y que entre tanto pueden hablar con toda confianza con ellos acerca lo que les gustaría que pasara y por qué.

Muchos niños y niñas acogidos se preguntan a menudo si los amigos/as, profesionales u otras personas que conocieron y con las que forjaron vínculos volverán a verse. Más allá de un lógico sentimiento de tristeza por la separación, algunos pueden fantasear, incluso, con la idea de que al marcharse a su casa o a un nuevo acogimiento les están traicionando o abandonando. Ofrecer al niño o la niña un espacio para expresar lo que siente es fundamental para abordar esta tristeza y detectar y elaborar con él o ella estos sentimientos e ideas.

El paso del niño o niña a una nueva medida supone también una pérdida para la familia acogedora. Por esta razón, en el trabajo de historia de vida tan importante es que el niño o la niña exprese lo que siente en relación a la separación y su nueva vida como que nosotros le expresemos cómo nos sentimos y lo importante que ha sido para nosotros el tiempo que hemos compartido juntos en torno al trabajo de historia de vida.