Los resultados de esta tesis doctoral evidenciaron que el desarrollo social de menores adoptados e institucionalizados se veía afectado por diversos factores. De entre las experiencias de adversidad temprana consideradas en este trabajo, la exposición prenatal a alcohol fue la que mostró un mayor efecto sobre la competencia social de los menores, de manera que quienes habían sufrido esta exposición mostraban menos habilidades sociales que quienes no habían estado expuestos.