Un porcentaje significativo de estos niños y niñas creció en un entorno temprano caracterizado por ausencia de figuras de apego el tiempo suficiente como para crear un vínculo o estas personas de las que dependían les maltrataron. Corresponde al sistema educativo, dentro de un marco inclusivo, establecer las medidas necesarias para ofrecer una adecuada respuesta a este alumnado.
Entiéndeme, enséñame
Niños, niñas y adolescentes quienes han experimentado que han sufrido malos tratos a temprana edad pueden desarrollar dificultades emocionales, de comportamiento, cognitivas, que pueden afectar su habilidad de aprender y funcionar bien en la escuela. El trauma en la infancia y adolescencia se asocia con peores resultados educativos, y que los niños y niñas traumatizados tienen un rendimiento académico más bajo y tasas más altas de repetición y abandono escolar. Existe un consenso generalizado de que las prácticas escolares sensibles al trauma ayudan a los niños y las niñas a recuperarse de los efectos del trauma y a tener éxito en la escuela.
El movimiento de «escuelas sensibles al trauma»(trauma sensitive schools) se inició en Massachusetts (USA) a partir de la asociación Massachusetts Advocates for Children MAC, una organización para la reforma de la educación y la defensa de los niños y las niñas. Desde 2005 las escuelas en Massachusetts y en todo el país han utilizado este marco para crear entornos sensibles al trauma estructurados para ayudar a todos los niños y las niñas a aprender. Puedes acceder a todo el material de este proyecto en su portal web Helping Traumatized Children.
A continuación incluimos una selección de publicaciones que tratan de comprender mejor la amplia influencia que la exposición al trauma puede tener en el desarrollo de la infancia y ofrecen pautas sobre prácticas educativas con los niños y las niñas traumatizados.