Las redes sociales se han convertido en una forma de interacción esencial en nuestro día a día, en un espacio dónde nos mostramos y observamos a la vez. Existen gran variedad de aplicaciones según el objetivo de uso, los intereses o la forma de expresión, pero todas tienen en común la capacidad de proyectar una imagen de nosotros/as mismos/as. Algunas de estas redes se han basado en un modo de comunicación esencialmente por imagen, ya sea en fotos o videos, y no se puede obviar el impacto que pueden producir en la construcción de la propia identidad especialmente durante la juventud.