El derecho de las personas adoptadas a conocer sus orígenes en la actualidad está plenamente aceptado por la mayoría de los padres y madres adoptivas. Sin embargo, con frecuencia genera dudas, temores e inquietudes sobre qué deben decir a sus hijos e hijas sobre su historia personal y sus orígenes, cuándo y de qué manera, para no perjudicar su desarrollo psicológico.